Para nadie es un secreto que Cancún es el principal destino turístico de México. Cada año, alrededor de 6 millones de personas visitan esta ciudad para disfrutar de algunas de las playas más bellas del mundo y de una vida nocturna que pareciera nunca terminar, pero bajo toda esa magia y encanto se esconde un atractivo turístico poco común: el tráfico drogas.
Esta localidad repleta de mar turquesa y arena blanquecina suele ser el escenario perfecto para los universitarios durante sus vacaciones, uno de los motivos por los cuales esta contracultura se ha vuelto parte de la cotidianidad de la ciudad azteca.
A pesar de que muchos locales y establecimientos prohíben la venta y el consumo de estas sustancias dentro de sus instalaciones, conseguir drogas en Cancún es bastante sencillo. Los vendedores ambulantes (en especial aquellos que trabajan en las playas), los taxistas, las prostitutas, el personal de hoteles y discotecas, entre otros, son solo algunas de las personas que facilitan la adquisición, directa o indirecta, de este producto ilícito.
Al igual que en otras localidades, en Cancún es posible conseguir diversos tipos de drogas; sin embargo, la marihuana (13,8%) y la cocaína (5,8%) son las más consumidas, tanto por los lugareños como por los turistas.
Además de ser un producto fácil de ubicar, también tiene costos que se adaptan a los diferentes nichos del mercado; cada dosis tiene un valor que oscila entre los 50 y los 100 pesos, dependiendo del tipo de droga, su calidad y a través de quién y dónde se adquiera.
Existen algunas colonias de alto riesgo de consumo en las que es más factible conseguir vendedores de droga. Algunos de estos lugares son la zona hotelera (específicamente en el norte, el centro y el sur), las zonas universitarias y las Supermanzanas 1, 61, 63, 70, 71, 76, 77, 89, 92, 95, 100, 101, 102, 103, 223 y 229.